Con la crisis de 2008, hay nombres y hechos que en España forman ya parte del imaginario de todos: la estafa de las preferentes, las tarjetas black, la Gürtel, los desahucios de la PAH, la intervención de las grandes cajas de ahorro, etc. Sin embargo, otros han quedado circunscritos a ámbitos más pequeños, como es el caso que nos ocupa, el de la caja rural de un pueblo agrícola de la comarca de La Mancha, en Cuenca.
Una caja rural tiene una historia ligada a un territorio y un tiempo de inicio. La de Mota del Cuervo surgió en la década de los cincuenta como cooperativa de ahorro de los excedentes del trabajo agrícola (principalmente uva, aceituna y ajos) y sobre todo una forma asequible de acceso al crédito para los emprendimientos locales que iban surgiendo. Así se recoge su historia en el informe del perito independiente, solicitado por la Plataforma:
“La Caja Rural de Mota del Cuervo es una cooperativa de crédito constituida en su forma jurídica actual en el año 1986, con domicilio social en Mota del Cuervo (Cuenca) e inscrita en el Registro de Cooperativas de Crédito de Castilla la Mancha con el número CR-6 y en el Registro del Banco de España con el número 3.116. Su ámbito de actuación se centra en el municipio de Mota del Cuervo. A sus 28 años de antigüedad como caja rural, hay que sumarle también más de 30 años como sección de crédito de la Cooperativa Agraria Nuestra Señora de Manjavacas, la cual se constituyó el año 1948. Por tanto, la Caja Rural de Mota del Cuervo tiene más de 60 años de antigüedad de operativa financiera, durante los cuales ha demostrado ser una entidad de crédito viable y rentable económica y socialmente y, desde sus orígenes, ha estado vinculada a la cooperativa vitivinícola del municipio, dedicándose principalmente a financiar las actividades económicas de la cooperativa agraria y de sus socios. Además, para la gestión del Fondo de Educación y Promoción Cooperativa generado por la Caja Rural y su reversión en la comunidad local a través del patrocinio de actividades sociales, culturales, deportivas y artísticas (obra social), se creó el 25 de noviembre de 2008 la Fundación Caja Rural Mota del Cuervo.”
Incluso los trabajadores de la entidad asesoraban en temas legales relacionados con la agricultura (subvenciones y seguros por desastres, subvenciones europeas para la agricultura, etc.). La fundación de dicha caja (creada en 2008, tal como se indica arriba) era también la forma más común para la financiación de actividades educativas, culturales y sociales del pueblo. En los últimos años antes de la intervención, la caja llegó a manejar el 80% del dinero del pueblo.
Pero la burbuja inmobiliaria acabó también afectando a esta pequeña caja porque (por qué no decirlo así) los valores tradicionales del ahorro, seña de identidad de los pequeños agricultores en tierras de grandes propietarios, empezaron a perderse. Un dato lo demuestra: 7 millones y medio de desfase en el ejercicio del 2013. Y acto seguido una resolución implacable: el 14 de enero de 2014, el Banco de España declara su inviabilidad, interviene la entidad y el FROB (Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Bancaria) procede a su disolución y venta a otra entidad. En este caso, la adjudicataria es Globalcaja.
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