La zona de Castilla La Mancha está viviendo, como otras zonas peninsulares, un momento difícil por lo que se está ya empezando a denominar “la lucha de los pueblos contra las macrogranjas”. Otro invento del capitalismo que consiste en abrir granjas gigantes de cerdos para la exportación masiva; normalmente, en zonas rurales despobladas, aunque en otros casos llega incluso a pueblos grandes cuyos alcaldes son afines a los poderes económicos que las promueven (Mercadona, Incarlopsa, etc.).
En la provincia de Cuenca hay actualmente en marcha alrededor de treinta solicitudes de nuevas licencias, algunas ya han sido paralizadas por la oposición de la gente agrupada en plataformas diversas; en otras se sigue la lucha porque sus alcaldes (del PSOE o del PP) no dan su brazo a torcer y han aprobado ya el proyecto. Es el caso de Mota del Cuervo, en el Pleno del 28 septiembre 2018. En contra de esta decisión está la Plataforma Pueblo sostenible, que no solo lucha contra la macrogranja (por su enorme contaminación por los purines y despilfarro de agua), sino en defensa de un pueblo ecológico. Este pueblo se sitúa justo en una zona en donde se ubica el complejo lagunar que nos está sirviendo de objetivo concreto en este blog, por las numerosas investigaciones que se están realizando en él (véanse también las dos anteriores para contextualizar el tema: http://www.dialogodesaberes.com/2018/02/para-celebrar-el-dia-de-los-humedales-i-es-posible-recuperar-el-acuifero-de-la-mancha-occidental/ y http://www.dialogodesaberes.com/2018/04/para-celebrar-el-dia-de-los-humedales-ii-de-la-cultura-a-la-biocultura/).
En medio de esta lucha, me ha llegado un ejemplar de la tesis doctoral de Vanessa Oliveira Britto, titulada “Selección de hábitat, dieta y aporte de nutrientes de algunas especies de aves acuáticas asociadas a áreas húmedas continentales”, dirigida por los doctores José Antonio Gil-Delgado, Germán Manuel López-Iborra y Antonio Camacho, y presentada en la Universidad de Valencia en mayo de 2018 (agradecemos su envío a la autora). Las aves investigadas son la grulla común (fig. 1), la pagaza piconegra (fig. 2) y la gaviota reidora (fig. 3). Vanessa conoce bien el área de Mota del Cuervo; junto con otros compañeros, ha vivido durante unos años en la zona para estudiar sus lagunas y su importancia ecológica. ¡Justo lo que los poderes políticos y económicos del pueblo están pasado por alto!
¿Por qué es importante estudiar estas aves y su comportamiento? Veamos un resumen de lo que la ya doctora Vanessa Oliveira ha escrito.
Esta tesis doctoral estudia cómo las aves intervienen en la entrada de nutrientes en las lagunas temporales del centro de España en esta región de Castilla-La Mancha. Para conseguir una aproximación de este proceso, escogió tres especies de aves: la grulla común (Grus grus), la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica) y la gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus). El estudio comienza con la selección de hábitat, el siguiente paso fue establecer la dieta y, por último, establecer cómo ingresan nutrientes en las lagunas.
Estas lagunas temporales del centro de España mantienen una diversidad amplia de especies de aves. Esta riqueza es consecuencia de la conjunción de especies que se mantienen durante todo el año, y aquellas a las que encontramos bien durante la invernada, bien durante la época de cría o sencillamente en paso.
La grulla común es una especie que inverna en la Península Ibérica con residencia desde mediados de octubre hasta principios de marzo, y que tiene sus lugares de descanso en varias lagunas de Castilla-La Mancha. La pagaza piconegra llega a finales de marzo abandonándolas en agosto. Por último, la gaviota reidora es una especie que reside todo el año en esta región.
Algunas de esas especies basan su presencia en el uso de las lagunas para asentar sus colonias de cría. Otras, utilizan las lagunas como sitios de invernadas anuales. En ambos casos, estas especies tienden a buscar su alimento en áreas externas a sus lugares de cría, descanso o invernada.
Las dos especies primeras eligen espacios abiertos para proveerse de alimento y evitan los viñedos. Para conocer su dieta, se analizaron excrementos (para la grulla común), egagrópilas (para la pagaza piconegra) y regurgitados y análisis de isotopos (para la gaviota reidora). Los resultados muestran que la grulla es preferentemente herbívora, mientras que las otras dos especies alimentan a sus pollos principalmente con coleópteros (escarabajos) y ortópteros (saltamontes, grillos, etc.). En Manjavacas, durante el período invernal, las grullas ingresan a las lagunas 3,7 Kg de nitrógeno y 0,75 Kg de fósforo. Por tanto, aquí ya empezamos a ver su función en el ecosistema.
Castilla-La Mancha presenta en su territorio un grupo de humedales de diferentes tipologías y ambientalmente importantes (Dirección general del Medio Natural, 2016). Estos humedales pertenecen a la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda (de aquí en adelante RBMH), situada en la cuenca alta del río Guadiana, caracterizado por su relieve suave y formado por 25.000 ha. de terrenos encharcados. En esta región hay catalogadas 117 zonas húmedas. Las lagunas de la RBMH, recibieron esa designación por parte da la UNESCO en 1981. Todas ellas también forman parte de la Red Natura 2000 como áreas LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) y, finalmente, casi todas se encuentran catalogadas como áreas Ramsar.
Todas estas denominaciones están destinadas a zonas húmedas que cumplen varios criterios, entre ellos áreas de importancia internacional para la conservación de la biodiversidad en términos ecológicos, botánicos, zoológicos, limnológicos e hidrológicos (Dirección general del Medio Natural, 2016).
La región se caracteriza por ser una de las zonas más áridas de España, con clima de tipo mediterráneo continental, con temperaturas mínimas invernales de hasta -10°C y máximas de 40°C en verano. La precipitación media se encuentra alrededor de los 400 mm por año. Los humedales más comunes en esta región poseen características esteparias de lagunas someras y temporales, y con diferentes niveles de salinidad. Presentan vegetación freatófitas y/o halófilas. Los trabajos de campo de esta tesis se realizaron desde 2014 hasta 2018, y se desarrollaron sobre diez lagunas: las lagunas de Manjavacas, Mermejuela, Longar y la Laguna del Pueblo de Pedro Muñoz. En el período invernal los trabajos se desarrollaron sobre aquellas lagunas que fueron utilizadas como áreas de descanso. En este caso, además de las lagunas de Manjavacas y Mermejuela señaladas anteriormente, se añadieron las de Sánchez Gómez, Alcahozo, Pajares, Salicor, Peña Hueca y Tirez.
Todas ellas presentan once regímenes hidrológicos en los que se alternan los periodos con presencia de agua y períodos carentes de agua. Cuando hay exceso de agua se pueden alcanzar profundidades de algo más de 2 metros. Estas lagunas son endorreicas, salinas y presentan diferentes características hidroquímicas; estas últimas pueden estar alteradas al recibir algunas de ellas aportes de aguas residuales. Las lagunas por su alta concentración de sal presentan una vegetación típica de los ambientes salinos.
Estas lagunas están rodeadas de amplias extensiones dedicadas a la agricultura, con cultivos de viñedos y cereales. Recientemente, se están incrementando las superficies de viñedos en espaldera (emparrados) en sustitución de áreas que estaban ocupadas por otros cultivos. Ese incremento de viñas en espaldera se debe a la modernización, incremento de la competitividad y facilidad para la cosecha, pero, a pesar de estos beneficios económicos, genera efectos adversos, como el uso intensivo de algunos recursos, principalmente el hídrico. Este incremento afecta al paisaje y especialmente a la pérdida de biodiversidad.
El Complejo lagunar Manjavacas está compuesto por cuatro lagunas: Manjavacas, Sánchez Gómez, Dehesilla y Alcahozo, ubicadas a una altitud similar; pero presentan características morfológicas y de estructuras distintas (también en https://es.wikipedia.org/wiki/Laguna_de_Manjavacas):
Laguna Manjavacas: es una laguna esteparia salina de origen endorreico, con una superficie de 262 ha, y una profundidad de 60 cm y esta distante a algo menos de 7 km de la localidad de Mota del Cuervo. A la laguna se vierten los vertidos procedentes de la estación depuradora de Mota del Cuervo, de modo que la laguna es hipertrófica con altos niveles de nitrógeno y fósforo. Contiene islas y barras sedimentarias en las que se instala vegetación característica de ambientes salinos.
Laguna de Sánchez Gómez: tiene una superficie de aproximadamente 63 ha. Es una laguna esteparia, temporal y sulfato clorurada. Esta última característica es poco frecuente en Europa. Por no presentar vertidos, la laguna, tiene baja concentración de nutrientes inorgánicos de modo que es mesotrófica e hipersalina (Fundación Global Natura, 2017). Debido a esas características la laguna presenta vegetación típicamente salina.
Laguna de Dehesilla: es esteparia, endorreica y salina, con una superficie de 19 ha. Debido a esas características presenta vegetación y microorganismo típicamente de ambientes salinos.
Laguna de Alcahozo: tiene una superficie de 88 ha y profundidad de 0.84 m. Es hipersalina, esteparia, endorreica, y no presenta vertidos. En el interior de la laguna presenta vegetación típica de ambiente salino compuesta. Además, en sus plantas hay algunas especies de interés prioritario en Europa como Hordeum murinum y Limonium dichotomum.
En cuanto a la primera de las aves acuáticas estudiadas, la grulla común es una especie omnívora cuya dieta abarca semillas, invertebrados, pequeños vertebrados y un variado espectro de materia vegetal. Los ambientes en los que busca el alimento son previos a la captura de los vegetales y animales que forman parte de la dieta. La selección de ambientes que visitan para conseguir su alimento es conocida en España y entre ellos destacan las dehesas y los espacios abiertos. Las superficies abiertas coinciden en general con espacios dedicados a la producción agrícola, que en Castilla-La Mancha son mayoritariamente superficies dominadas por cereales y viñedos. Así, por el tipo de alimento que las grullas comunes consumen y las superficies en que buscan el alimento es plausible plantearse que grullas comunes y agricultores pueden entrar en conflicto por tener estas aves sus hábitos de forrajeo asociados a las superficies agrícolas. Un impacto fuerte sobre estas superficies propicia las quejas de los agricultores y, en el caso extremo, a tratar a las grullas como una plaga. Hay una estimación que señala que en su conjunto las plagas destruyen alrededor del 10% de las cosechas.
Conocer la dieta de la grulla en la comarca manchega estudiada es indispensable para poder juzgar posteriormente su efecto en los cultivos cerealistas. Una premisa de índole temporal, que le hace sospechar a la autora que el impacto sea menor en la agricultura, es el hecho de que el tiempo de permanencia en nuestras latitudes no está solapado con el período de germinación y con parte del tiempo en los que todavía no se ha realizado la siembra. Este capítulo se centra en las grullas comunes que utilizan como dormidero la laguna de Manjavacas. No obstante, este grupo de grullas comunes utilizan otra serie de lagunas cercanas a Manjavacas y en las que pueden concentrarse pequeños bandos para pasar la noche circunstancialmente.
En relación con los 105 excrementos analizados en la tesis, los restos de gramíneas (el 53,3 %) constituyen el tipo de alimento con mayor frecuencia de ocurrencia. No obstante, en la laguna de Manjavacas la mayor frecuencia son los restos de tallos y hojas que forman los otros materiales vegetales, mientras que en Sánchez Gómez predominan las semillas. La importancia de cada tipo de alimento en los excrementos de la grulla común en relación con el porcentaje de ocurrencia presenta en general el mismo orden. En Manjavacas, el material vegetal compuesto por tallos y hojas sigue siendo el tipo de alimento principal mientras que en Sánchez Gómez son las semillas. Las presas de origen animal fueron siempre insectos, con una frecuencia cercana al 40 %. Los insectos siempre acompañan en los excrementos a semillas y material vegetal, sea cuando estos aparecen aisladamente o cuando están combinados en los excrementos.
Se ha discutido que la grulla común puede causar daño a los cultivos agrícolas, como ya se ha indicado más arriba. En esta zona de estudio, tienen preferencia por los espacios más abiertos, que coinciden con espacios preparados para la siembra o con los primeros indicios de hierba. Los restos vegetales podrían proceder de estos ambientes; una sospecha que puede estar fundada en la presencia de materia vegetal constituida por tallos y hojas de gramíneas. Desconocemos, continúa la autora, si los restos de tallos y hojas de gramíneas pertenecen a especies cultivadas. Si así fuera, las grullas comunes utilizarían los primeros brotes de hierba. Además, la carencia de semillas de gramíneas obra en contra de los daños que pueden ejercer sobre los cultivos de cereal.
Esta carencia de semillas de cereales podría ser consecuencia de que estas semillas no están en el suelo disponibles para las grullas comunes. En palabras de los agricultores, la siembra tiene lugar a partir de noviembre y, en nuestros días, por la amplia variedad de semillas, se puede prolongar hasta enero. La sembradora genera agujeros en los que se depositan las semillas, que dependiendo de las condiciones del terreno se aplanan en caso de que el terreno esté seco, o se dejan sin aplanar cuando la tierra está húmeda. En el primer caso las semillas dejan de estar disponibles, aunque los paseriformes (aves) granívoros parece que tienen una mejor predisposición para hacerse con las semillas. Hay referencias que señalan que las grullas comunes pueden aprovechar las semillas que se pierden en los rastrojos, pero en este caso son semillas perdidas, no aprovechadas ya por los agricultores. Por tanto, las grullas comunes solapan su estancia en España con una parte del período de siembra, pero una fracción importante de las semillas parece que no son accesibles para ellas. Tener preferencia para buscar el alimento en las superficies aradas no implica el consumo de semillas de cereal.
De ahí que la conclusión de la autora es que las grullas comunes en Manjavacas consumen principalmente materia vegetal a lo que se une algunos tipos de semillas de los humedales. No hay, pues, constancia de que afecten a los cultivos.
En el caso de la alimentación de la pagaza piconegra, esta busca sus presas en los alrededores de las colonias e incluye organismos marinos, dulceacuícolas y con procedencia de ambientes de abolengo terrestre. La dieta incluye crustáceos, insectos y una variedad amplia de vertebrados. Todo ello es una manifestación del carácter oportunista de la especie. Las colonias de cría presentan una distribución dispersa que en España muestra cuatro focos principales situados en Andalucía, Castilla-La Mancha, la costa de Murcia y el Delta del Ebro. El patrón general es que las colonias utilicen año tras año los mismos enclaves. En Castilla-La Mancha las colonias se establecen en lagunas temporales habiéndose citado nueve enclaves. En la tesis, se han estudiado las tres lagunas consideradas más conocidas: Manjavacas, Mermejuela y Longar.
Para el estudio de la dieta de la pagaza piconegra, se recogieron 212 egagrópilas (bolas con resto de alimento) cuando los pollos ya habían nacido y abandonado las inmediaciones del nido. La recogida de egagrópilas tuvo lugar en diferentes temporadas: en Manjavacas durante 2007 y 2014 se recolectaron 33 y 6 egagrópilas, respectivamente. El menor número de egagrópilas en 2014 fue consecuencia de la destrucción de la colonia por los jabalíes (Sus scrofa). En 2014 y 2015 en Mermejuela se recolectaron 87 y 17 egagrópilas respectivamente y en la laguna de Longar 21 y 48.
La mayoría de las presas consumidas por la pagaza piconegra fueron insectos, particularmente de los órdenes ortópteros y coleópteros, que en conjunto suponen más del 90% de las presas identificadas. En Longar aparecen los restos del único vertebrado, un ejemplar de ratón doméstico (Mus musculus).
En cuanto a las gaviotas (Laridae), se han adaptado bien a ambientes humanos modificados que ofrecen nuevos recursos tróficos como resultado de las actividades antrópicas. El crecimiento de la población de muchas especies de gaviotas en las zonas costeras, la colonización de nuevas regiones y el uso de los recursos derivados de los residuos ponen de manifiesto las ventajas que obtienen de su proximidad a áreas humanizadas. Esta especie comenzó a anidar en la Península Ibérica en la segunda mitad del siglo XX, y su área de distribución continúa expandiéndose, ya que se observa que ocupan nuevos humedales. Desde su primera colonia en el Delta del Ebro, se han expandido hacia diferentes regiones de la Península Ibérica, incluyendo la región central. Una explicación plausible del éxito de su asentamiento en nuevas zonas puede estar relacionada con el aumento de los recursos alimentarios disponibles. Esta especie se alimenta de una gran variedad de vertebrados e invertebrados, pero también consume materia vegetal y basura.
El objetivo de esta investigación era entender su dieta a través de varios enfoques, y definir adecuadamente los diferentes recursos alimentarios que explotan estas gaviotas. La autora eligió para ello la Laguna de Pedro Muñoz.
Los resultados muestran que los ortópteros son la presa principal, junto con los coleópteros y la basura como recursos relevantes para estas gaviotas. La basura puede ser detectada en la dieta a través de piezas indigeribles como plástico, papel, huesos de pollo y láminas de aluminio. Esto sugiere que las gaviotas de cabeza negra seleccionan entre la basura los artículos más digeribles como trozos de carne, para alimentar a sus crías. En nuestros resultados, el porcentaje de basura en la dieta es el segundo recurso más importante ya que no varía mucho entre años, a diferencia de los coleópteros.
Función de estas aves en el ecosistema estudiado
Las aves son componentes importantes en la importación y exportación de nutrientes entre ecosistemas acuáticos y terrestres, contribuyendo así a los ciclos biogeoquímicos. Entre las aves, quizás las que tienen un mayor impacto sobre estos ciclos son aquellas que viven en grandes agregados, hasta el punto de que pueden acelerar el proceso de eutrofización (acumulación de residuos orgánicos) de los sistemas acuáticos. Por consiguiente, las aves pueden ser determinantes en el aumento de la disponibilidad de nutrientes en el ambiente.
Los excrementos de las aves contienen una gama amplia de nutrientes, en concentraciones variables. Por ejemplo, los excrementos de Anous minutus contienen un mayor porcentaje de carbono, nitrógeno, fosforo, potasio, hidrogeno y calcio que de los de otros nutrientes.
Entre las diferentes especies de aves que utilizan las lagunas de Castilla-La Mancha en invierno, destaca la grulla común por dos características: (1) congregarse en bandos compuestos por un gran número de individuos para el descanso nocturno, y (2) por utilizar como dormideros las zonas húmedas. Particularmente, en España invernan aproximadamente 260.000 grullas comunes, de las cuales cerca de 48.000 utilizan las lagunas de Castilla-La Mancha como dormidero entre los meses de octubre a marzo. Entre las lagunas de Castilla-La Mancha, la laguna de Manjavacas recibe entre 1500 y 3000 individuos cada año, que abandonan la laguna al amanecer para dirigirse a los espacios abiertos para alimentarse y regresar al atardecer. Este movimiento diario entre el ambiente terrestre y el acuático debería ocasionar un importante flujo de nutrientes de tierra a laguna. Así el análisis de la composición de los nutrientes en las heces de las grullas comunes y su cantidad diaria podría aportarnos una información relevante sobre la dinámica de los nutrientes en la laguna de Manjavacas, y servir como un modelo para otros complejos lagunares del centro de la Península Ibérica.
En este sentido, otro de los objetivos de esta tesis ha sido evaluar la carga de nutrientes que aportan las grullas comunes en una laguna temporal del centro de la España. Para evaluar estos nutrientes, se utilizaron para su estudio dos de ellos, el nitrógeno y el fosforo, ya que son determinantes en la eutrofización (acumulación de recursos orgánicos) de las lagunas.
Para cuantificar la importancia del aporte de nutrientes por excremento de grullas comunes a la laguna de Manjavacas, en relación al aporte de las aguas residuales depuradas procedentes de la depuradora del municipio de Mota del Cuervo, se utilizaron valores del volumen de desagüe y concentraciones de nitrógeno y fosforo en el caudal según García-Ferrer (2001).
El número de grullas comunes descansando diariamente puede extraerse de la curva cuadrática que ofrece una estimación teórica de 142.661 individuos acumulados durante los 142 días del período invernal, que corresponde a una estimación del número total de pernoctaciones realizadas por todas las grullas comunes que han usado el dormidero durante la invernada de 2017-18. Durante el período invernal se depositarían en la laguna 219.5 – 292.7 kg de excrementos en peso seco. El siguiente paso es determinar la cantidad de nitrógeno y fosforo que ingresa en el dormidero por los excrementos las grullas comunes. Los excrementos de la grulla común contienen un promedio de fosforo de 3,07 mg/g de peso seco. En el caso del nitrógeno la concentración media fue 15,17 mg/g de peso seco. Ambos valores presentan una correlación significativa. En total, considerando el 115 de aporte de excrementos calculados previamente para la invernada las concentraciones medias determinan un aporte de 3,7 Kg de nitrógeno y de 0,75 Kg de fosforo.
En la laguna de Manjavacas desaguan 785.000 litros diarios de vertidos de aguas residuales depuradas que aportan diariamente 4,082 kg de nitrógeno y 0,235 kg de fosforo. Si el vertido opera diariamente durante el periodo de estancia de las grullas comunes (142 días) se verterían por el desagüe 579,6 kg de nitrógeno y 33,4 kg de fosforo. Esto supone que, en esta laguna, el aporte de las grullas comunes es de 156,6 veces menos nitrógeno y 44,5 veces menos de fosforo a la cubeta.
La región de Castilla-La Mancha acoge al 18% de las grullas comunes invernantes en España, que tienden a reunirse en dormideros situados en enclaves acuáticos. Como contrapartida, el alimento lo buscan en ambientes terrestres, lo que genera un movimiento diario de ida y vuelta entre los lugares donde pernoctan y las superficies donde se alimenta. Las observaciones de la autora concuerdan con el patrón descrito y dado que el alimento es ingerido en el exterior del dormidero, y defecan en este durante la noche, las grullas comunes contribuyen mediante el aporte de nutrientes al enriquecimiento de las lagunas. Las aves pueden contribuir al flujo de nutrientes entre ambientes terrestres y acuáticos en ambas direcciones, pues pueden transportar de nutrientes desde el medio marino a las costas, pero también a la inversa como es el caso de las grullas comunes en Manjavacas. Además, al tratarse de una especie gregaria (que vive agrupada) su impacto en el aporte de nutrientes puede ser localmente más notorio. El resultado de la concentración de nutrientes en los excrementos de las grullas comunes muestra un contenido mayor en nitrógeno (15.17mg / g de peso seco (p.s)) que en fosforo (3.07mg / g de p.s).
La importancia del aporte de estos nutrientes en la laguna vía excrementos se ve condicionada por el aporte de aguas residuales que recibe esta laguna. La cantidad de nitrógeno y fosforo introducido por la grulla común es relativamente baja en comparación a la entrada de agua residuales del pueblo porque estos vertidos procedentes de las aguas residuales resultan bastante más elevados. En las lagunas que no reciben aguas residuales, la importancia de las aves debe de incrementarse. En este caso la contribución de los aportes de nitrógeno y fosforo también aumentará con el número de grullas comunes que utilizan el dormidero.
Así pues, los nutrientes procedentes de los excrementos de las aves contribuyen en el mantenimiento de red trófica (ciclo alimentario) acuática. La laguna de Manjavacas puede pasar largos períodos sin agua, particularmente en los años donde la carencia de lluvias predomina, como el período estival. Por consiguiente, en años donde la sequía predomina y la laguna se mantiene seca, la mayor parte del año el aporte relativo de nutrientes procedentes de las grullas comunes incrementa su importancia. Con estas condiciones el aporte de vertidos se suspende. De hecho, aquellas lagunas en las que se aportan vertidos, estos se suspenden en verano para evitar inconvenientes en relación con la aparición del botulismo (intoxicación por una bacteria). Nuestros resultados describen los niveles de nutrientes de los excrementos de las grullas comunes como una fuente secundaria de nutrientes en la laguna de Manjavacas, salvo en años de sequía sin aporte de vertido.
De este modo, la grulla común es un buen ejemplo del transporte de nutrientes entre las superficies que rodean las lagunas, en Manjavacas dedicadas a la agricultura, y en las que se alimentan las grullas comunes para concentrarse a dormir en la laguna, indistintamente si están con agua o sin ella. En consecuencia, esta especie es un buen modelo de entrada de nutrientes principalmente fosforo y nitrógeno en los sistemas acuáticos.
Conclusiones
Las tres especies estudiadas muestran un patrón similar, aunque en distintos períodos anuales. No obstante, una de ellas la gaviota reidora coexiste con ambas especies pues está presente durante todo el año. En cualquier caso, las tres especies coinciden en un patrón: buscan el alimento en áreas externas a la laguna y durante el descanso o mientras permanecen en las cercanías del nido devuelven excrementos o egagrópilas a las lagunas. Este relato comienza con la búsqueda del alimento. En concordancia con otros estudios, el incremento de las superficies dedicadas al cultivo de cepas utilizando el método conocido como espaldera no es beneficioso para estas especies de aves.
La pagaza piconegra y la gaviota reidora alimentan a los pollos con insectos en los que predominan los coleópteros y los ortópteros. En la grulla común predomina el alimento de origen vegetal. Entre la materia vegetal, las grullas comunes utilizan tallos y hojas de gramíneas. Entre las semillas aparecen aquellas pertenecientes a plantas que residen en los alrededores de las lagunas.
Los pollos de la pagaza piconegra fueron alimentados principalmente por ortópteros y coleópteros. Los pollos de la gaviota reidora lo fueron principalmente por ortópteros, coleópteros y basura.
La entrada de nutrientes principalmente fosforo y nitrógeno en los ecosistemas acuáticos fue evaluada por medio de los excrementos de grullas comunes. Estos excrementos presentan cantidades de nitrógeno superiores a de fosforo.
El aporte nutriente de los excrementos por grullas comunes puede contribuir de forma diferente en las lagunas con o sin aporte de aguas residuales. Una vez que las aguas residuales vertidas presentan concentraciones más elevadas de nitrógeno y fosforo que los excrementos de grulla común, los excrementos son fuentes secundarias de nutriente para la laguna con vertidos.
(Foto cedida por una mujer activista de la Plataforma Pueblo sostenible).