“Deseo que tú y yo mitiguemos este peso, común: la inminente llegada de la vejez. Con toda seguridad sé que tú [Tito] la vives con dignidad, y eres capaz de afrontar todos los problemas que conlleva. Cuando pienso en escribir sobre la vejez, siempre acudes a mi mente como la persona más digna de este don, del que nos podamos servir cada uno de nosotros”.
Este es un fragmento incluido en la primera página del libro de Cicerón sobre este tema. Cicerón lo escribe en forma de diálogo entre Catón el Viejo con dos jóvenes (Escipión y Lelio). Pone en boca de Catón muchos argumentos que provienen de la tradición griega, especialmente de Platón (trad. de Rosario Delicado Méndez). En el fragmento se resalta un aspecto fundamental: Catón (Cicerón) está pensando en un modelo, no solo en un concepto abstracto de vejez, sino en alguien que en ese momento representaba para él la dignidad de una persona anciana.