La profesora de Derecho de la Universidad Granada, Ana Rubio Castro, impartió una conferencia en la Universidad de A Coruña, el 25 de febrero de 2015. Realizamos aquí un resumen de sus ideas más descatacas.
¿Por qué una teoría feminista importa? ¿Qué se ha conseguido hasta el momento? ¿Por qué no se ha conseguido más?
Fragmento de una conferencia que esta profesora impartió en 2012
En la actualidad, el feminismo no solo necesita críticas, sino la presentación de un proyecto utópico de modelo de convivencia y de estado. Este proyecto tiene que dar pautas para la emancipación social y para mejorar las condiciones de vida; no solo tiene que ser un modelo jurídico.
Lo que plantea esta autora es una propuesta de cambio de justicia social. Esto no es solo un proyecto de mujeres, aunque hasta el momento los hombres no se han implicado mucho es proyectos de justicia social.
El feminismo ofrece un marco amplio con propuestas de cambio, desde hace ya tres siglos. A lo largo del siglo XX, el feminismo se enfrentó al reto de afrontar la desigualdad en el derecho porque se pensaba que la exclusión tenía su causa en la desigualdad legal. Sin embargo, esto ha impedido producir cambios más radicales.
La igualdad no es solo un tema de cuotas, sino de poder. Es necesario construir nuevos discursos y narrativas que afronten el tema de la representación política, de la violencia de género, de los derechos sociales y de los sistemas de garantía. Esto es urgente porque el capitalismo se está re-articulando y una de sus estrategias de neutralización es apelar al miedo: por ejemplo, priorizar la seguridad a costa de la precariedad. También nos quieren hacer creer que los cambios surgen solo con los cambios legales, sin necesidad de abordar cambios sociales y políticos a mayores. Sin embargo, sabemos que el poder económico (la oligarquía económica) está en la sombra del poder político, intentando ocultar para quién se legisla prioritariamente.
En la historia del feminismo, el error de la mujer fue pensar que su emancipación sería paralela a la de los obreros. El hombre ha conseguido la igualdad de derechos, pero a la mujer le está costando más. La mujer está presente en la política, pero no tiene poder; no ha accedido al poder soberano. Esto le ha pasado también a los sindicatos; han perdido la capacidad de lucha y de movilización social.
La globalización capitalista y el desmantelamiento social que ha provocado hacen que sea necesario realizar propuestas más radicales desde el feminismo. Ella propone dos:
1. La redefinición de las categorías jurídico-políticas. ¿Quién es el sujeto soberano? Ha de ser una persona más concreta, con “cuerpo”, porque la subjetividad no está fuera de la corporalidad.
2. Re-significar la categoría de “ciudadanía”. Si la globalización se aplica al mercado, también tiene que extenderse a las personas en cuanto ciudadanía. Una persona tiene que tener una ciudadanía local (la de su lugar de trabajo), además de la de su origen.
El estado ya no existe jurídicamente porque se controla ya mucho en los organismos internacionales. Esto tiene que tenerlo en cuenta también el feminismo. Por ello, reivindica la necesidad de “hacer” más política, también desde el feminismo.
Básicamente estoy de acuerdo, es verdad que el feminismo necesita revisión, pero como otras muchas cosas en este momento esencia de cambios en todas las estructuras de nuestra sociedad, y efectivamente estamos en un periodo de retroceso en cuanto a la lucha por recuperar lo civil y llegar a lo político cómo catapulta para poder alcanzar precisamente cotas de poder político que la Mujer , no ha podido lograr hasta ahora y lo poco conseguido, efectivamente ha tenido un drástico corte, anclaje y retroceso en estos últimos tiempos.
Pero siempre ponemos la mirada y, es lógico, en la Mujer que ejerce su trabajo fuera de casa; yo misma he sido una de ellas durante muchos años y sé lo que es la doble o triple jornada laboral de las mujeres de mi generación, pero no óbice para que dejemos de lado un aspecto importantisimo que es la mujer trabajadora exclusivamente en su casa; lo que son las Amas de Casa.
Creo, que este es un eslabón que el feminismo actual debe retomar de una manera comprensiva y con políticas de pedagogía cívica y cultural. Las mujeres que están en casa no son, y mucho menos ahora con el desarrollo de las nuevas tecnologías, algo aislado al feminismo, más bien pienso que nunca estuvieron tan cerca de llegar a integrarse co.parte activa y principalmente en el ámbito Civil.
Cuando leo el discurso Feminista de hoy en día y cuando digo discurso me refiero me refiero a la maanera en que se expresa; palabras como empoderar y otrar…creo sinceramente que para una militante están muy bien pues todo movimiento debe tener su propia «Jerga» dicho en el mejor sentido, pero en la búsqueda de una incorporación de la Mujer que está en casa , es como crear una barrera ya que le ponemos unos bocBlls en la boca que si los llega a utilizar pueden hacer que reciba burlas o lo que es peor el rechazo horizontal de su entorno, y eso sería fatal si intentamos enseñarle que «» Ella es la Protagonista principal de la Acción «; porque lo es, ya que como baluarte de tradición y soporte de casi todas las estructuras familiares y como intercomucadora activa de las redes sociales de las comunidades vecinales, colegiales, consumidoras expertas y veladoras de la Salud de su entorno, pido un discurso más natural y manejable de manera que podamos integrarla en un feminismo cotidiano, de café con leche y salida de colegios.
Aplaudamos a estas mujeres y atrigamoslas haciendo que se sientan Mujeres de 1@ Categoría. PORQUÉ en Verdad lo son.